Clases online, teletrabajo y confinamiento

Teletrabajo versus clases online. A la fecha en que escribimos este post ya llevamos más de un año en medio de una crisis sanitaria que no tiene cuando parar. La sociedad en su conjunto ha sido fuertemente golpeada por esta pandemia. No existe un sector que se haya librado de este flagelo. El ámbito educativo y el mundo laboral son, sin lugar a dudas, dos de los sectores, que sufren los daños colaterales de este estado de emergencia.
Para paliar la situación, sin haber tenido tiempo de implementar una etapa de transición, se tuvo que aplicar cambios drásticos tanto en el sistema laboral como en el educativo. De pronto, una gran masa de trabajadores tuvimos que abandonar nuestros lugares habituales de trabajo y adaptarnos al teletrabajo. Mientras que, de otro lado, la enorme población estudiantil buscó que adaptarse de golpe a las clases online.
Y así estamos hasta hoy. Ahora, imagínese el escenario en el cual se encuentran los padres de familia. En un ambiente de su casa tiene su oficina de trabajo y a su lado, en otro ambiente, están sus hijos con sus clases online. ¿cómo sobrellevar esta situación? ¿Cómo pueden hacer los padres para que esta situación no se convierta en una olla a presión? Enseguida te compartimos algunas ideas
Medios tecnológicos: teletrabajo y clases online

De hecho, esta emergencia nos encontró a todos totalmente desprevenidos. Sin implementación ni equipamiento. Es así que en mucho de los hogares solo se dispone de un computador tanto para el teletrabajo como para las clases online. ¿Cómo superar este obstáculo? Pues, con lo único que resulta práctico en casos como estos: la organización.
Puesto que las clases online son en tiempo real, los padres de familia tenemos que organizar nuestro horario de trabajo en función de los horarios que tiene nuestros hijos para sus clases virtuales. Por ello, para desempeñar nuestra labor vía teletrabajo, quizás tendremos que levantarnos muy temprano con el fin de tener el computador disponible. Solo organizándonos de esta manera es que podremos atender ambas necesidades del hogar: teletrabajo y clases online.
No procrastinar

Para que el teletrabajo no acarreé sus propias tensiones resulta también muy eficaz que previamente, antes de empezar tu jornada laboral, establezcas tu objetivo para ese día. Esto es muy importante porque ahora que estamos trabajando en casa tenemos la tentación de procrastinar, es decir, dejar las cosas para mañana.
Lo que tenemos que hacer previamente es repasar cuáles son las tareas que tenemos por delante y seguidamente establecernos el objetivo del día. Tener un propósito definido que tenemos que lograr ese día nos dará un buen equilibrio. Podremos realizar nuestra tareas sin estrés, con la mente clara y enfocada, que es lo que más se necesita en estos tiempos. Nos ayuda mucho que la noche anterior hagamos un listado de nuestra tareas laborales del día siguiente. Incluso muchas personas se envían a sí mismos un mail que que contiene las prioridades que deben atender al día siguiente en su trabajo.
Como siempre ocurre en la vida, tener clara las cosas, nos aporta tranquilidad y productividad. La idea es escribir una rutina de trabajo que nos servirá de guía para nuestra jornada diaria.
Las pausas activas

Puesto que el teletrabajo y las clases online suelen crear una mayor acumulación de estrés, una de las formas de encontrar el equilibrio y sobrevellevarlos es por medio de las pausas activas. ¿Qué son las pausas activas? Para empezar diremos que no es solamente dejar de hacer algo. No es tirarse a descansar y echar una siesta.
Ciertamente son pausas, es hacer un alto, pero con el fin de estirar las piernas y despejar nuestra mente. ¿Cómo se logra eso? Bueno, con ejercicios de estiramiento y movilidad articular para desentumecer el cuerpo. La mente tiene sus propias maneras de ponerse en buena forma y es más que nada a través de la respiración y de relajación. Esto es un bálsamo cuando sientas que la cabeza no da más de sí.
Nos ayudará mucho, para sobrellevar esta sobrecarga que tenemos en casa, el programar unas cuatro pausas activas para cada día. Dos en la mañana y dos en la tarde. Siempre combinando Una pausa activa orientada al aspecto físico y la otra pausa activa dirigida al trabajo mental.
Esto nos ayudará grandemente a tener una mejor gestión emocional (evitando esos picos de ansiedad que a veces nos asaltan) y también obtener beneficios músculo-esqueléticos.