Sobre el surgimiento del coronavirus se han entretejido muchas teorías y ninguna ha sido confirmada al cien por ciento. En ese contexto de especulaciones, permítanos intentar descorrer el velo. Te invitamos a mirar el génesis de este problema que hoy amenaza en convertirse en una pandemia. Aproximémonos a la verdad de los hechos y al epicentro del COVID-19.
¿Y si miramos el pasado?
Se dice que el que no aprende de los errores pasados está condenado a repetirlos. Esto se puede aplicar al surgimiento del coronavirus. El SRAS-CoV apareció en China el año 2002. La Organización Mundial de la Salud, luego de muchos estudios, declaró que el SRAS-CoV se transmitió por el consumo de la civeta. Y no hablamos solo del consumo de su carne. Las civetas también son “famosas” por sus heces. De sus heces se extraen los granos de café que han ingerido para producir el café más caro del mundo, el kopi luwak o café de civeta.
¿Qué cambió en tres décadas?
La comida china tradicional, por mucho tiempo fue considerada de buen gusto y saludable. Eran platos que estaban de acuerdo a la teoría del yin y yang. La comida era preparada buscando el equilibrio y la armonía entre carnes y vegetales. Los chinos, a diferencia de occidente, priorizaban los vegetales.Sin embargo, en tres décadas el régimen alimentario de China cambió. Las investigaciones revelaron cambios sorprendentes en la dieta. Aumentó el consumo de aceites, alimentos de origen animal y bebidas azucaradas.
Surgimiento del coronavirus y la cocina
En toda China, la noción de ‘yewei’ (que literalmente significa ‘gustos salvajes’ en chino) es una frase que se ha hecho muy familiar. El yewei se ve como una mezcla de aventura, audacia, curiosidad y privilegio. Hoy, China es considerada el mayor consumidor mundial de productos de animales salvajes debido a ese incremento de los “gustos salvajes”. En muchos restaurantes de China es normal que se sirvan platos como sopa de murciélago (con todo el murciélago), sopa hecha con testículos de tigre o partes del cuerpo de la civeta. También se puede encontrar cobra frita, pata de oso estofada o el vino elaborado con hueso de tigre. Todo ello está presente en el menú de los restaurantes de alta categoría.
¿Génesis del problema?
En el mercado de Wuhan se comercializa animales salvajes como serpientes, mapaches y puercoespines, cachorros de lobo, camello, perro entre muchas otras especies. Asimismo, otra información confirmada es que de las infecciones emergentes en humanos, incluyendo el surgimiento del coronavirus, más del 70% proviene de animales salvajes. Y, por último, en el mundo cristiano se sabe que en un período remoto de la historia humana, los animales fueron divididos en dos categorías: animales limpios y animales impuros. Los primeros, obviamente, estaban permitidos como parte de la alimentación y los segundos quedaban totalmente excluidos de la dieta diaria. En aquel mercado del terror de la China central se ofrecían más de 100 especies de animales, la casi totalidad de ellos, impuros.
Existe otra poderosa razón
En este momento, el comercio de animales silvestres se encuentra temporalmente prohibido. Pero, esta prohibición no durará mucho. ¿Por qué? Por dos poderosas razones: primero porque el apetito que se ha pervertido es difícil de erradicar. La segunda razón es que este comercio ilegal de vida silvestre vale alrededor de US$20.000 millones. Es el cuarto comercio ilegal más grande después de las drogas, el contrabando de personas y la falsificación. ¡Poderoso caballero es Don Dinero!