
Enfermería en tiempos de pospandemia
La alarma la ha dado el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE). Esta federación, a la cual pertenece el Perú, nos dice que en esta etapa pospandemia la enfermería se encuentra en el foco de muchas miradas. No es para menos. La gran preocupación mundial en estos momentos es: la escasez de enfermeras. Es verdad que, en muchos países, debido a malas política públicas, la escasez de enfermeras se volvió un mal crónico.
Sin embargo, esta situación se vio agravada a partir del 2020 con la llegada fatal de la pandemia. En esa guerra contra el SARS-CoV-2, las enfermeras se colocaron en la peligrosa línea de fuego. Hubo muchas bajas. Y no sólo debido a las muertes lamentables, sino también debido al burnout.

La pospandemia «quemó» a enfermeras
Efectivamente, el burnout, ese síndrome de desgaste profesional o síndrome de estar quemado, ha sido una de las varias causas de este déficit de enfermeras. Las altas tasas de intención de marcharse de su centro de trabajo y abandonarlo todo, constituye una cifra lamentable. Entre el 40% y 80% de enfermeras, en este período pospandemia, ha sufrido (y sufre) síntomas de angustia psicológica.
Las repercusiones de esto no sólo se ha hecho sentir en el plano individual, sino en el espacio laboral a nivel mundial. Cuando miramos el tema globalmente podemos darnos cuenta que la fuerza laboral de las enfermeras ha menguado significativamente. Tanto así, que el propio CIE, plantea que debido a esta escasez mundial de enfermeras debiera declararse una «emergencia de salud pública de importancia internacional».

Podemos revertir el panorama
¿Cómo podemos salir de esa emergencia que aún no ha sido declarada, pero que es real? En cualquier país, para que el sistema de salud logre ser eficaz y eficiente, necesita con urgencia promover e invertir en la fuerza laboral de enfermería. Se necesita despertar vocaciones. Se necesita promover el amor y la pasión por esta carrera que salva vidas. Formar nuevas generaciones de héroes del cuerpo turquesa. Nuestro país necesita invertir en la formación de enfermeras. En el Perú, solo hay 15 enfermeros por cada 10 000 habitantes.
¿Y qué hacemos con estos profesionales que aún están afectados en esta época pospandemia? Se necesita lo que hemos señalado líneas arriba; políticas públicas. Se trata de apoyar la fuerza laboral de la enfermería con incentivos, facilidades, librar de sobrecargas. El Estado no debiera cometer el error de dejar todo a la resiliencia personal de cada enfermera. Obviamente eso no basta, porque no debemos olvidar que «Aquellos con el carácter más fuerte están plagados de cicatrices»
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