Signos de alarma nacional

- La voz de alarma la ha dado nada menos que la Defensoría del Pueblo: ¡En el Perú, más de 4 millones de personas tienen problemas de salud mental! Esa cifra representa un 15% de los peruanos.
- El tema se agrava mucho más, cuando tomamos en cuenta que en nuestro país solo hay 3 psiquiatras por cada 100 mil habitantes.
- Lo cual, en resumidas cuentas, indica que muchos compatriotas no recibirán el cuidado y el tratamiento necesario. ¿Qué cosas podemos hacer para cuidar y mejorar nuestra salud mental?
Considerar el factor alimenticio
- Lo que comemos y lo que bebemos, aunque muchas veces nos neguemos a aceptarlo, tiene mucha incidencia en nuestra salud mental.
- Con esto no estamos diciendo que a través de una buena dieta vamos a curar una afección de salud mental. Lo que queremos decir es que lo que comemos y bebemos contribuirá a sentirnos mejor, que es el primer paso que se busca lograr: tener buenos niveles de energía y de humor.
- Por ejemplo, supongamos que estuviéramos siendo afectados por la depresión. Si nuestros alimentos poseyeran ciertos minerales y vitaminas podríamos aliviar más fácilmente los síntomas de la depresión.
- Dichos minerales y vitaminas tendrían que ser: el selenio, los ácidos grasos omega-3, el folato, la vitamina B12, el calcio, el hierro y el zinc
- Y, por el contrario, si nuestras bebidas contienen cafeína tendremos problemas para conciliar el sueño, lo cual obviamente empeorará alguna afección de salud mental.
Produzcamos endorfinas
- Una gran ayuda que podemos darnos a nosotros mismos, con el fin de gozar de una excelente salud mental, es invertir tiempo en alguna actividad física. Los ejercicios físicos ayudan a la salud mental en distintas maneras.
- Esto es debido a que nuestro cuerpo produce ciertos químicos, llamados endorfinas, tanto durante como después de entrenar. ¿y qué hacen las endorfinas? Pues, nos alivian el estrés y nos hacen sentir más tranquilos.
- De manera que debiéramos de invertir, por lo menos, 30 minutos diarios en alguna actividad física. Veremos sus efectos benéficos inmediatamente ya que podremos dormir plácidamente durante la noche.
Haga caso a su reloj biológico
- Muy cerca del centro del cerebro se encuentra el hipotálamo. La retina se comunica con el hipotálamo indicándole cuándo es de día y cuándo es de noche. El hipotálamo entonces, con esa información, orquestará toda una serie de reacciones para mantenernos activos o para decirnos que ya es hora de irnos a dormir.
- Lamentablemente son muchos los que hacen caso omiso a este reloj biológico. Hay gente que prefiere llevar la vida del búho y trasnochar. Adquieren el mal hábito de dormirse a altas horas de la noche.
- Aunque hay estudios que niegan lo evidente, todo indica que las personas trasnochadoras tienen más tendencia a la ansiedad y a la depresión.
- Con el fin de tener salud mental plena necesitamos hacer caso a nuestro reloj interno y descartar el reloj por el que se rige la sociedad.
El beneficio de la meditación
- Los Gym, hasta antes de la pandemia, eran lugares muy concurridos y estamos seguros que, en su momento volverán a ser el lugar preferido de muchas personas.
- La gente ha priorizado el desarrollo físico. Al vivir en una sociedad que ha deificado la imagen se preocupan mucho en desarrollar músculos más grandes y huesos más fuertes. Y para ello están las diversas máquinas de los Gym.
- Pero ¿qué sucede si lo queremos lograr es aumentar el tamaño de nuestro cerebro?. Bueno, algunos científicos de la Universidad de California (UCLA) llegaron a demostrar que esto es posible recurriendo a la meditación.
- Obviamente no nos referimos a la meditación trascendental creada en la India. Puesto que somos una sociedad cristiana (y no hinduista), afirmamos la meditación en las Sagradas Escrituras.
- La meditación logra que ciertas regiones del cerebro se desarrollen, nos referimos, por ejemplo, al hipocampo y las áreas de corteza orbitofrontal, el tálamo, y el giro temporal inferior.
- Esta mejora de las regiones cerebrales contribuyen enormemente en la regulación de las emociones. ¡Proveamos de más musculatura a nuestro cerebro!