El 9 de noviembre de 1965, hubo un apagón en Nueva York que mantuvo a la ciudad 12 horas sin electricidad.
Este apagón ha pasado a la historia como la noche del “baby boom”. Se llama así a una etapa en la cual se produce un incremento notable de la natalidad.
Nueve meses, después de este apagón, la tasa de natalidad en la ciudad de los rascacielos aumentó considerablemente. El estar encerrados por 12 horas produjo un aumento en el número de embarazos y nacimientos. Pero, en el confinamiento al que hemos sido sometidos, no está sucediendo nada parecido.
Hay mucha angustia y poco placer
Los medios de comunicación nos informan cuánto está afectando la COVID-19 la salud, la economía, pero no nos informan acerca de cómo están siendo afectadas las relaciones de pareja
En un primer momento parecía ser una noticia fabulosa estar las 24 horas con la persona que amamos. Sin embargo la realidad es muy diferente.
Ese mundo mágico de Ken y Barbie, simplemente no existe. El sueño idílico de pasar día y noche encerrado con tu amor no es un paraíso.
A diferencia del apagón de Nueva York, hoy la gente anda demasiado angustiada como para pensar, incluso, en tener relaciones sexuales.
«Respeta mi espacio»
«Respeta mi espacio» es algo que a veces suponemos los demás entienden, pero en muchos casos es un tema que hay que conversar.
Para algunas parejas resultará incomprensible que estar juntos no significa estarlo todo el rato. Estar todo el rato y a cada momento juntos, puede causar una saturación de la relación.
Para que una relación funcione es básico tenertiempo para nosotros mismos. Tiempo para que hagamos deporte, ver una serie, hablar con algún amigo, todo esto con el fin de desconectarnos y oxigenarnos.
Comunicar el estado emocional
La cuarentena está siendo muy difícil para todos. Sobre todo en lo referido al manejo de nuestras emociones. Constantemente estamos experimentando aburrimiento, frustración, ira, tensiones que no sabemos en qué terminará.
Un estudio del King’s College London afirma que, en muchos casos, todo esto causará síntomas de estrés postraumático.
Por eso es importante la comunicación. Hoy más que nunca debemos de aprender a comunicarle a nuestra pareja de cómo nos sentimos. Eso ayudará en mucho a entender y empatizar a fin de que el otro comprenda mejor cada reacción.
Un poco de ociosidad
Nuestra vida diaria es una verdadera montaña rusa. Estamos en medio de una sociedad donde reina el estrés laboral/social y la presión psicológica.
A todo eso que ya teníamos, ahora tenemos que sumarle esta pandemia y el confinamiento. Cada vez se ha vuelto más difícil desconectarnos y encontrar un poco de tiempo a nuestro descanso. Ese valioso tiempo libre llamado ocio.
Está probado que los momentos de ocio repercuten en nuestra salud y en nuestras relaciones. Mejora nuestro sistema inmunológico, reduce los niveles de estrés, mejora el sueño, ayuda a conocernos mejor.
De allí que resulta muy beneficioso compartir este tiempo de ocio con nuestra pareja. Buscar un poco de tiempo para divertirnos y entretenernos, como por ejemplo: cocinar juntos, ver una película, jugar un juego de mesa.
El columpio del amor
No nos dejemos contagiar por lo que nos dicen los medios y el discurso oficial. No todo tiene que ser muy duro ni que el confinamiento con nuestra pareja puede convertirse en una experiencia horrible.
A pesar de todo es una oportunidad para que nuestra relación eche raíces más profundas al conocernos mucho más. El confinamiento no está empeorando nada, más bien está poniendo al descubierto muchas necesidades.
Al igual que antes de la pandemia, como ya ocurría antes, nuestra relación de pareja no va a progresar linealmente sino que tendrá sus idas y venidas. Sus avances, sus retrocesos, sus subidas y sus bajadas.
Es el columpio del amor. La pandemia nos ha generado una situación diferente, eso sí. Y allí tenemos que trabajar escuchándonos más, el uno al otro. Pasar tiempo de calidad juntos.